TawaKun: Un día de academia.

Crónicas sobre Japón, su cultura, su gente, y su día a día. Aventuras y desventuras de A. Tagua.

sábado, 9 de abril de 2011

Un día de academia.

Puentecito a la salida de Suma-Dera.
Diez de la mañana, me levanto como cada mañana de academia, miro Internet: Noticias, deportes, parece ser que hay 4 R.Madrid-Barça y me los voy a perder todos, a no ser que me quiera despertar a las 4 am para verlos. Me arreglo y mientras desayuno voy estudiando algunos Kanjis (caracteres japoneses) cada dos días tengo exámenes de unos diez Kanjis, si fallo tres o más debo repetirlos 5 veces cada uno, ademas de escribir sus respectivos sonidos, cuando termine mi clase. Sólo he fallado una vez en todo el curso, suelo sacar 80, 90 o 100, es bastante complicado pero muy interesante.

A las 11:40 aprox. me dirijo a la estación, unos 15 minutos largos andando, en el camino paso por varios parques pequeños, los cerezos en flor y el buen tiempo que esta llegando hacen del camino un agradable paseo. Voy a vivir aquí con Mari, no hay plan de mudanza, salvo que algo no vaya bien, estamos contentos y ya esta decidido, eso me tranquiliza, su ayuda esta siendo muy importante para avanzar.

Llego a la estación, no me ha dado tiempo de coger el tren rápido de las 11:54, pero no hay problema después del tren local de las 12:04 llega de nuevo un rápido a las 12:09. A veces hay retrasos leves de 2 o 3 minutos, pero lo normal es la máxima puntualidad del transporte público. Es tranquilizador este aspecto, todo se desarrolla con una rutina relajante. En la espera, saco mi libro y continuo repasando Kanjis y vocabulario.

Tengo suerte y puedo recorrer mi trayecto sentado, tras un “sumimasen” (disculpe), me siento junto a una señora. Lo habitual, mucha gente consulta Internet o manda mensajes por su móvil, otros leen libros, juegan a la PSP, y la mayoría duerme como sólo los japoneses saben. En el tren se respira un silencio relajante, solo el operario de JR anuncia las próximas paradas,”Sugiba Kobe, Kobe desu, Kobe no Sugiba Motomachi ni tomarimasu” y con ello rompe un poco la calma. Esta prohibido hablar con el móvil, y por tanto solo conversaciones entre conocidos se escuchan en el ambiente.

Llego a Sannomiya Eki, mi destino, salgo por la puerta Oeste. Previamente me he montado en el último vagón del tren para salir justo al lado de esta puerta, son muchos viajes ya. Paso mi ticket de tren mensual (80 euros/mes), el operario de la salida, por la que pasan miles de personas, suelta un “arigatou gozaimasu”. Hoy voy a hacer una breve parada en el Convini, rápidamente adquiero un onigiri de pollo, que junto con un plátano de casa será mi pequeño almuerzo.

Llego como siempre a la academia a 30 minutos antes de las 13h, Gisan y Shosan están como habitualmente en la zona de descanso. Me siento y tras intercambiar algunas palabras con Gisan comienzo a repasar un poco más mis kanjis, lo dejo en breve, y charlo un poco más con mi compañero. Ayer estudie unas 3 horas, toca relajarse un poco, es viernes.

En las clases avanzamos muchísimo cada día, esta semana hemos dado la pasiva, y algo de condicionales, es cada vez mas difícil, los ejercicios mas exigentes, pero yo estoy muy contento. Todavía no puedo saber cuanto japones he aprendido, pero a veces veo mis deberes, y digo “tu has hecho esto Alejandro, “Sugoi!” (increíble!). Lo mas difícil son los ejercicios de listening, escuchar es bastante complicado. La lectura la llevo cada vez mejor, y la escritura esta preparada para que yo pueda cada vez escribir mas caracteres complicados progresivamente. Y por último hablar, sencillamente no me gusta estar callado, pienso que es una ventaja. Vergüenza menos 2, así que no me importa equivocarme, algo muy importante para aprender un idioma.

Tras mis clases vuelvo a casa a descansar, hoy no saldré pero el sábado iré a comer Sushi, esto es como una terapia. Y el domingo vamos a Kyoto, los cerezos esta ya en su plenitud, y no se puede uno perder la belleza de esta ciudad en primavera, acompañado de unos agradables 19 grados. La semana que viene también iré a un parque donde hay 2300 cerezos!! Las fotos inundaran el Blog.

Quizás durante este viaje he tenido poco contacto directo con mis amigos, pero forma parte de mi plan. Siempre he estado muy condicionado por mi gente, y normalmente no he sabido estar solo, ahora estoy aprendiendo esto, y me siento muy bien, me conozco más a mi mismo, y maduro mucho. En breve hablaré mas con todos, sólo echo de menos a la gente (familia y amigos), pero tengo mucho que hacer por aquí, así que no echo de menos España en si misma.

Si queréis ya sabéis mi email, aunque recibo mensajes por facebook que también me hacen mucha ilusión, quiero saber un poco más de todos!!

Con esta última reflexión, me despido! Escribiré pronto!!!

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