Aquella
mañana continuamos nuestro paseo por la gran metrópolis dirigiéndonos hacia el
barrio de Chūō (中央区). Ya son dos veces las que he tenido la
oportunidad de pasear por sus amplias avenidas donde las grandes marcas de ropa compiten
entre tiendas de lujo, e imponentes centros comerciales, hablamos del famoso
distrito de Ginza (銀座), en Tokio (東京)
Era
una fría mañana de marzo, fuimos hacia allí para entrar en algunas tiendas, y
disfrutar de algo rico para almorzar. Nada parecía haber cambiado en tres años,
el sol se reflejaba sobre la acera y deslumbraba, la gente iba y venía, y los
grandes edificios de Dior, Armani, y compañía seguían alzándose modernos y
majestuosos.
En
Ginza puedes encontrar todo tipo de tiendas, para todos los gustos y precios,
es un amplio distrito de ocio, pero siempre suelen llamar la atención la amplia
representación de grandes marcas comerciales que poseen sus oficinas y tiendas
en esta zona. Destacan también famosos centros comerciales como Matsuya,
Matsuzakaya, Hankyu, etc.
Entré
con Mari en varias tiendas, pero guardamos un curioso recuerdo de Abercrombie
& Fitch, una peculiar tienda donde nada más entrar te puedes hacer fotos
con uno de sus apuestos modelos. Yo obvie este paso, pero quiero comentar que
no me sorprendió este tema, sino la estética de la tienda por dentro. Al más
puro estilo New York, aquello parecía una discoteca, paredes negras, suelo de
luces, máximo cuidado en el orden y presentación de la ropa, y tod@s l@s
dependientes/as eran modelos. Prohibido hacer fotos, pero se me escapó una fotillo
al hueco de la escalera. Aunque la ropa no me gustó nada, interesante lugar, mi
novia decidió entre el modelo y yo, y se quedó conmigo, menos mal! ;) :)
No
solo puedes encontrar tiendas en Ginza, son famosos los restaurantes de la
zona. Dentro y fuera de los grandes centros comerciales hay una amplia oferta gastronómica
de muchísima calidad. Cenar puede ser muy caro en estos restaurantes, sin
embargo, es buena idea comer en uno de ellos a mediodía. Podemos de esta forma
disfrutar de un rico menú de almuerzo por unos 2000 yenes por persona, cuando
cenar nos costaría el doble o triple.
Comimos
en un restaurante italiano (Sesto Senso) en la planta once del centro comercial
Mitsukoshi, su chef es conocido mundialmente, fue el encargado de preparar una
comida para Obama y su comitiva durante una visita a Japón. Como es normal en
estos restaurantes siempre hay cola, y más para almorzar. Aun así, no tardamos
en degustar una buena comida italiana. Yo siempre he dicho que en Japón cocinan
muy bien la pasta.
Visitamos
algunas tiendas, nos dimos un agradable paseo y regresamos a reponer fuerzas al
hotel. Tokio nos esperaba de nuevo por la noche.
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