El
pasado 26 de Marzo, Japón quedo al borde del apagón nuclear cerrando el reactor
6 de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa. Con esto, el archipiélago nipón
ha conseguido, en algo más de un año, cerrar 53 de los 54 reactores nucleares
de los que dispone el país.
Había
comentado este tema con algún amigo o familiar, y no veían claro como el
gobierno japonés iba a conseguir hacer frente a su importante demanda de
energía. Prometí informarme sobre el tema, leer noticias sobre este suceso, y
aquí las comento.
En
solo 3 días, el próximo 5 de Mayo, se realizará el cierre del único reactor
activo en la actualidad, el número 3 de la planta de Tomari, en la isla
septentrional de Hokkaido. Con esto Japón no habrá hecho otra cosa que volver a
dar una lección al mundo, no creo que todos los países fueran capaces de llevar
a cabo un cambio tan radical.
Pero
claro, estas reformas conllevan gastos e inversiones, algo que a lo que sólo
una economía fuerte podría hacer frente. En este caso se ha invertido mucho
dinero en las centrales térmicas que serán las encargadas de abastecer de
energía el país durante el húmedo y caluroso verano que se aproxima. La
principal empresa energética del país, Tokyo Electric Power
(TEPCO), ha asegurado que será capaz de mantener un suministro estable durante
los picos de consumo que se aproximan.
Según
el primer ministro Yoshihiko Noda el suministro podría reducirse al menos un
10% con respecto al año pasado, Para ello es necesaria la colaboración de todos
los gobiernos locales, sin los cuales no se podría reducir la demanda eléctrica.
Gobiernos como el de Osaka ya han dado su apoyo a la iniciativa.
Para
entender esto solo hay que recordar como los habitantes de Tokio sufrieron
cortes eléctricos, y tuvieron que disminuir drásticamente el consumo eléctrico
durante la crisis nuclear originada tras el tsunami. Entonces, en lo que se
refiere a la disminución de consumo eléctrico, ¿Este verano se vivirá una
situación parecida en todo el país? Desconozco la respuesta, pero pienso que no se llegara a esos extremos, y que las
inversiones en energía térmica darán sus frutos.
Pase
lo que pase, tarde más o menos en normalizarse la situación, todo se llevara a
cabo. El primer ministro ha mantenido la promesa del desmantelamiento nuclear,
ahora solo queda ir salvando los inconvenientes que originara este brusco, pero
a la vez increíble cambio en la política energética del país.
Un
ejemplo, una forma de hacer las cosas, de escuchar al pueblo, de ser lógicos,
de aprender de los errores, de saber adaptarse a los tiempos, solo cabe decir: “enhorabuena”.
Enhorabuena por crear un precedente, un camino que seguir para cambiar la
energía nuclear por alternativas menos nocivas para el medio ambiente,
enhorabuena por tener valor de llevar estas reformas a cabo.
Fuentes: Internet
En algun lugar de Kyoto, hace ya 4 años. |
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