Sensō-ji, puerta Hōzōmon |
Sensō-ji (金龍山浅草寺
Kinryū-zan Sensō-ji), el templo más antiguo de Tokio, símbolo
de los primeros años del shogunato Tokugawa, y de la reconstrucción y la paz de
Japón tras la II guerra mundial. Muchas cosas se pueden comentar sobre este
templo situado en Asakusa (浅草),
se ha escrito mucho sobre él en blogs, web, y guías, se han hecho fotos increíbles
de noche y de día, pero yo vengo hoy hablar de lo que significa para mí.
Cuando
llegamos a Tokio en mi primer viaje no tardamos en visitarlo, fue el primer
templo que visité, mi primera experiencia frente a las costumbres, y tradiciones
budistas-sintoístas. Paramos mucho tiempo frente a su gran puerta del trueno, o
kaminarimon (雷門), disfruté como un enano de
su imponente farol de papel, y del bullicio de su amplia galería de tiendas.
Kaminarimon (雷門) |
Esta
galería, conocida como Nakamise-dori (仲見世
通り) se
encuentra repleta de lugares donde adquirir todo tipo de souvenirs en forma de
colgantes para el móvil, camisetas, llaveros, etc. Allí adquirimos baratas
yukatas para regalar a los familiares, nada que ver con la yukata de calidad
que días después compraría en el paseo del filósofo (Kioto).
Los
puestecitos de artesanía, y souvenirs se mezclan con los de comidas
tradicionales, ya sean dulces, galletas, u otros platos tradicionales. En las
calles paralelas encontramos restaurantes de todo tipo. Aquel día disfrutamos
de un Oyakodon ( 親子丼) realmente bueno, servido
por unas amables señoras ataviadas con Yukata.
Cuando terminamos esta calle nos encontramos con otra gran
puerta llamada Hōzōmon (宝蔵門 "Treasure-House Gate"). Nos recibe también imponente, con sus dos faroles negros
y sus Oni (鬼) protectores a cada lado. Allí me encontré ante costumbres como la
purificación con agua o incienso, y la predicción de suerte o Omikuji (お神籤). Realmente algo había leído sobre ello, pero me encanto
dejarme llevar, y disfrutar del buen ambiente que allí se respiraba.
Hōzōmon (宝蔵門) |
Esta
primavera regresé por allí y tomé algunas fotos en una fría mañana de Marzo,
fueron muchos los recuerdos que me vinieron a la cabeza. Creo que regresaré de nuevo, con más tiempo,
y más preparado para entender cada rincón de este bonito lugar.
Su fabulosa pagoda de 5 plantas fue también la primera que pude disfrutar, y tanto los edificiones principales correspondientes a su templo budista, como el santuario sintoísta que encontraremos dentro del mismo recinto son dignos de visita.
Hōzōmon (宝蔵門) y la pagoda. |
Santuario Sintoista. |
Por aquí, unas fotillos más.
Podéis
leer información más concreta aquí o en otras webs, pero si pasáis por Tokio,
no dudéis en perderos un poco por este templo y sus alrededores.
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