"Paiyama", punto de encuentro junto a estación de Sannomiya. Kobe. |
El
tiempo pasa realmente rápido. Hace ya 9 meses que llegué a Japón,
me planteo muchas veces cosas a principio de mes como objetivos, y
cuando me doy cuenta estoy a día 17, y aun no he hecho nada. Todo
pasa entre kanji y kanji, entre arreglos importantes en mi vida
diaria, entre tifones, y días soleados. El verano casi no lo vi,
parece que fue ayer cuando empezó, cuando mi madre vino a visitarme.
Pero las chicharras ya callaron, y una nueva estación me espera en
este país. Dicen que la mejor estación para viajar, dicen que las
hojas de tonos rojos, amarillos, y naranjas crean unos paisajes
maravillosos. Espero estos acontecimientos con expectación, pero
¿Pasaremos del dorado otoño al crudo invierno sin darme cuenta?
Hay
que parar, reflexionar, salir de la casa, pensar un poco lo ocurrido
en este año que parece acelerado. Si pienso en voz alta, sabiendo
que todos me escuchan, puedo decir que he vivido mil experiencias,
que he visto imágenes bellas, cosas increíbles, que he llorado, que
he reído. Las sensaciones de nostalgia, pena, agobio, inseguridad,
se han mezclado con la alegría, el amor, la amistad, la adquisición
de nuevos valores morales, y muchas más cosas que han cambiado mi
persona.
He
madurado, claro que sí, pero aun ando en un camino que pienso con el
corazón que es el correcto, pero al cual aun no le veo destino fijo.
He aprendido a vivir el presente, dejando de lado las futuras
incertidumbres que asomaran el año que viene por mi vida, pero
siempre sabiendo lo que quiero vivir, lo que quiero conseguir. He
dejado plasmada mi vida en este blog, y aunque muchas visitas no
tienen intención de leer mis entradas, son ya casi 11.000 visitas,
no se las que son habituales, no se las personas que me siguen, pero
me reconforta mucho mirar el blog, y ver que nada es en vano, pues en él veo las experiencias, y pensamientos que he vivido.
He
hecho buenos amigos en Kobe, vivo con ellos el día a día, pues
quizás nuestras vidas se separen el año que viene, pero quizás,
continúen mas tiempo juntas. Al no poder saber nada, simplemente me
dedico a pensar en positivo, a luchar por mi mismo, y a vivir la vida
como me gusta. A mis amigos de toda la vida los echo de menos,
ahora todos se casan, parece que es la moda, o no, quizás es la edad
adecuada para muchos, el momento adecuado, no es sino otra
demostración del paso de los años.
Vivo
con el recuerdo de mi gente todos los días, en sueños, o en
pensamientos, aparecen mis seres queridos. A veces a través de
internet leo algo, y pienso en como le ira a todos. Aunque
hablo poco o casi nada con ellos, están conmigo siempre. Eso me
recuerda porque estoy aquí, me da fuerza, pues sé que muchos, si me
vieran volver antes de lo debido, bien por miedo, por cobardía, o
por no hacer lo que debía hacer para conseguir mis sueños,
seguramente me dirían que volviera inmediatamente a donde me tocaba
estar. Perderme las bodas no me gusta, pero muchas veces queremos
estar en dos sitios a la vez, pero no se puede. Espero todos sepan
que estuve allí celebrando con ellos, aunque físicamente no estaba.
Últimamente
el japones me ha estado agobiando mucho, no me refiero a la vida
diaria, sino a la clases en la academia. A los pasados exámenes he
asistido con mucho estrés, sintiendo que todo se va de las manos,
por ello mi profesora me pidió tranquilidad al final de este periodo
de pruebas. La velocidad de enseñanza es cada vez mayor, más
palabras, más caracteres, más expresiones, de nuevo más vocabulario.
Los chinos escuchan una palabra una vez, y ya la recuerdan, la ven
una vez y la pueden escribir con perfectos kanjis. Para lo primero yo
necesito 3 o 4 veces, para lo segundo quizás 5 o 6. Mis profesores
saben de mis limitaciones, pero aunque me piden tranquilidad, cada
día el nivel de exigencia es superior. He llegado a levantarme un
día, y no entender nada de japones, no recordar nada, palabras
sencillas, o kanjis aprendidos desaparecen de mi cabeza. El que diga
que no es difícil este idioma no lo conoce, es la primera vez, que
mi mente por si sola dice: Para un momento por favor.
Necesito
un descanso, pero estoy tranquilo, pues lo tengo. De nuevo en pocos días
vacaciones, de momento la semana que viene solo 3 días de clase, y
después 10 días libres. Los quiero utilizar para estudiar (a mi
ritmo) y ponerme al día, a pensar en mi vida. Realmente no importa
en que los use, pero si que avance hacia adelante, acompañando, y
dejándome llevar por ese que nunca espera, el tiempo.
Detalle de Dragón tallado en puerta. Sumadera. Suma, Hyogo. |
Me alegro mucho de que todo te siga yendo tan bien, tío. Aquí en Sevilla todo está como siempre o sea que no te pierdes nada. Saludos. JUAN.
ResponderEliminarP.D.: El platito de jamón no te lo puedo mandar porque se lo comen los mamones de la aduana...jejejeje.
Mucho ánimo!! Eres muy valiente al haber hecho ese cambio en tu vida. Dudar, tener miedo y momentos de bajón es de humanos, lo que realmente tiene mérito es levantarse, tirar para adelante y pensar en positivo como tú estás haciendo. En las bodas has estado presente, te lo digo yo. Nos hemos hecho mayores, pero lo mejor es saber que hemos crecido juntos. Bss Inmit
ResponderEliminarMe resulta curioso ver que haz puesto un dragón en esta entrada, pues no se si sabrás que los dragones japoneses en general son benévolos, y a muchos se les conoce por su capacidad para CONCEDER DESEOS. Son con frecuencia emblema de heroes, pero sobre todo representan la SABIDURÍA.
ResponderEliminarNo te digo mas...saca tus propias conclusiones.
Mucho ánimo que todo va bien. Recuerda que tu madre y yo estamos cerca aunque lejos.
Besos mil.