Niños de excursión. Nara. |
Me
he vuelto a sorprender, esto me alegra. Me gusta saber que este país siempre te
enseña algo cuando menos te lo esperas.
En Japón
la limpieza, tanto en lugares públicos, como en la propia calle es
sencillamente admirable. Por norma general nadie tira papeles al suelo,
colillas, chicles, ni nada por el estilo. Las calles no están inundadas de
cacas de perro, u otros desperdicios. En los lugares públicos suele reinar la
pulcritud, y son muchos los baños que te pueden sorprender por las ganas de
quedarte en ellos más del tiempo del necesario. Lo siento, pero es que a veces
te encuentras baños con WC eléctricos, tapa calentita, música ambiente, olor a
flores… y piensas: “Este es mejor que el de mi casa, parece que estoy en el paraíso!”
:)
Pero
volviendo al tema que nos ocupa, quería enseñaros en este post lo que es la
hora de la limpieza en los colegios japoneses, algo que directamente está
relacionado con la limpieza que nos recibe cuando llegamos a este país. Resulta
que en los colegios japoneses no hay limpiadoras! Mucho quizás ya lo sabían,
pero yo no! Son los propios alumnos los
que se dedican a limpiar las clases (suelo, ventanas, mesas...), los pasillos,
los baños, etc. en definitiva todo el colegio. Esta acción se realiza bien a
principio, o final de la clase, y lo hacen desde los 6 años (primer año), hasta
que acaban el bachillerato.
Los
alumnos son divididos en grupos, y se reparten las distintas zonas de limpieza.
Los profesores colaboran, e incluso he leído que los padres de los alumnos van
una o dos veces al mes a ayudar a mantener limpia las instalaciones. También parece
ser que en muchas empresas también existe este hábito, pero yo aún no tengo el
conocimiento como para hablar de ello. Al contrario, Mari si me ha explicado
como realizaban ellos la limpieza de su colegio, como se sortean los lugares a
limpiar, como todos al final de clase dejaban mesas y sillas al final del aula
para facilitar la labor a sus compañeros, y otros detalles que me han
impresionado.
Alumnos perfectamente organizados durante su excursión. Nara. |
Da
que pensar, y nos lleva a la reflexión. Podría volver a lo mismo que en el
anterior post sobre el respeto, al fin al cabo ¿cómo voy a ensuciar el colegio
o instituto, si después lo debo limpiar yo?, o lo que de verdad es importante,
no voy ensuciar, porque mis compañeros tienen que limpiarlo después.
En
estas entradas sobre la sociedad japonesa quiero poco a poco ir encontrando la
respuesta a ciertos hábitos, o aspectos que hacen que Japón sea para otros países,
un espejo en el que mirarse. Pero quiero aclarar que también tocaré temas menos
positivos, aspectos que hacen de la japonesa una cultura rígida, poco versátil,
y demasiado unida a reglas o patrones de comportamiento. Todas estas entradas estarán
abiertas a debate, y estaré dispuesto a reconocer posibles errores en mi forma de ver las cosas.
Sin más,
ya que estamos en tiempos de crisis, os dejo una pregunta para reflexionar un
poco: ¿Cuánto dinero se ahorraría el gobierno, si en lugar de haber limpiadoras
fueran los propios alumnos los encargados de la limpieza? ¿En que se podría invertir
ese dinero ahorrado?
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